Preocupados por
nuestra economía doméstica, quizás no le hayamos dado la suficiente entidad a
la crisis bursátil China, que sin embargo, podría afectarnos de manera
significativa.- De confirmarse la hipótesis que sostendremos en el presente
estudio, las consecuencias en la economía mundial podrían ser de un alto grado
de significación.-Por lo tanto la caída abrupta de las bolsas de valores de
Shangai y Shenzen, deberían ser
observadas atentamente en nuestra región.-
Un primer
aspecto para analizar es si la caída, que lleva en un mes aproximadamente un 30
%, es una cuestión coyuntural o tiene un trasfondo que la prolongue en el
tiempo.- Esta diferencia puede ser sustancial a la hora de observar el efecto
que provocará en nuestro país, con una economía altamente exportadora.-
Nuestra posición, como la de muchos, es que nos encontramos frente a una nueva burbuja con consecuencias impredecibles, sobre todo por la importancia que tiene en el contexto comercial mundial una economía como la de China.-
Hay coincidencias entre los economistas en que se
podría estar frente a una burbuja, tal como ocurrió con otras de este tipo en
los últimos años ( ej: hipotecas
subprimes en la crisis financiera de los EE UU).- Esto arrastraría a una
ralentización, estancamiento y debilidad a largo plazo de la economía mundial.-
Existen serios
indicios que sustentan la hipótesis de burbuja, ya que la expansión exponencial
que tuvo el mercado de valores chinos, pareciera no estar tan vinculada a la economía real, si
bien el crecimiento de esa economía real estuvo sostenida y acelerada por ese
mercado de valores y auspiciada por el propio gobierno que hasta flexibilizó
los créditos para que mucha gente pudiera entrar en el juego de los mercados de
valores.-
Más aún, hoy la economía China a disminuido su crecimiento y ya no se
habla de tasas del 10 % sino del 7 % anual.- Esto se ve reflejado también en
una reducción en las ganancias de la empresas (- 0,3 % interanual en la última
medición) lo que sigue alejando todavía más a la economía real de los valores
exageradamente altos de las acciones.-
Pero quizás uno de los puntos más críticos es
que los tenedores de acciones chinas son pequeños inversores que en un número
aproximado a los 90 millones han querido tener ganancias rápidas invirtiendo,
con dinero prestado en muchos casos, en un mercado que desconocían totalmente, que por haber tenido en un año una
revalorización del 150 % resultaba altamente tentador. (40 millones de nuevas
cuentas se abrieron entre junio 2014 y mayo 2015)-
Las sucesivas
pérdidas fueron la palanca para que comenzaran a huir de ese mercado,
acentuando aún más el proceso de baja generalizada, pero además contagiando al
resto de los mercados mundiales, ya que la bolsa de China es una referencia de
observación permanente por su puesto de segunda economía en el mundo.-
Siguiendo con
el análisis de una probable burbuja, existe un índice llamado (PER)
Price-to-earning Ratio, que su valor indica cuántas veces se está pagando
beneficio neto anual de una empresa determinada al comprar una acción de ésta.- Sin entrar en tecnicismos, lo que queremos
reflejar es que a través de este índice y su escala, se entiende que la acción
de una empresa con un PER superior a 25, es sumamente significativo y ello se
puede deber a grandes expectativas de crecimiento de los beneficios futuros, o
bien que la empresa (s) se encuentra (n) en el contexto de una burbuja financiera especulativa. Es decir sus precios están
inflados. El PER promedio de las acciones Chinas está cercano a 80,
indudablemente una economía real en baja como se indicó más arriba no es
generadora de expectativas tan favorables, por lo que se concluye que este
indicador muestra que la hipótesis de burbuja pareciera estar bastante bien sustentada.-
Existen
ingentes esfuerzos desde Beijing para monetizar la economía a través de la
reducción de los encajes bancarios y otras medidas similares para intentar contener las pérdidas y estabilizar el
mercado. La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) afirmó
que las instituciones financieras del Estado continuarán comprando acciones.-
Todas estas medidas apuntan a que se continúe invirtiendo en la bolsa y detener
su desplome inyectando dinero al mercado (ya lo hicieron con 35.000 millones de
yuanes, unos 5.600 millones de dólares, a principio de Julio) .- No se ha
observado hasta hoy que se haya detenido la caída, a pesar de todas estas
medidas, con lo cual la hipótesis de la burbuja bursátil va siendo cada vez más
consistente.-
Nos detuvimos en la
idea de demostrar un diagnóstico aunque
ese no es el motivo de este trabajo,
pero lo hicimos porque de ese diagnóstico dependen las consecuencias que esto
pudiera traer para nuestro país y el mundo.- De tratarse de una situación
coyuntural, sería superada con diferentes medidas (como las que ya está tomando
Beijing) en más o menos tiempo, pero si existen valores “inflados” en los
papeles, seguramente las consecuencias serán mayores y duraderas.-
China es el segundo socio comercial más grande
de Europa y Estados Unidos, la abrupta caída de su mercado de valores, indudablemente
no es una buena noticia para el mundo desarrollado.
Argentina
tampoco ha estado al margen de este
impacto (que también afectó a las bolsas de Asia, Europa, EE UU y
Latinoamérica) producto de una economía globalizada, ni lo estará si China no
logra revertir esta situación.- Exportamos a
China aproximadamente un 7 % de todo nuestro comercio exterior, pero
además lo hacemos a otros países que también tienen a China como un importante
comprador.- Una reducción de compras externas Chinas, generada en menos demanda de insumos para su
economía real, dada las magnitudes que maneja, impactará seriamente en el mundo
y especialmente en aquellos países netamente exportadores, como el nuestro.-
La debilitación
de la demanda de insumos por parte de China, generada en una reducción de su
crecimiento anual y agravado por la crisis bursátil, afectará el precio de los comoditties cuyo mercado es sumamente
trasparente.- Las exportaciones Argentinas son básicamente comoditties, por lo
tanto las conclusiones están a la vista.-
El Bloomberg Commodity Index, que mide la variación de toda
clase de materias primas (comoditties), desde el oro, el petróleo o el gas
natural hasta el maíz, la soja, el hierro o el cobre, cae casi un 11% en lo que
va de año, lo que ratifica nuestra hipótesis.- Esa debilitación de demanda
obedece a que los inversores nobeles que mencionáramos ut supra han sufrido
ingentes pérdidas, cuya primer consecuencia es la reducción del consumo.- No
obstante, China está cambiando su
modelo exportador al de consumo doméstico, con lo cual podría atenuar y hasta
neutralizar este efecto si lo logra rápidamente.-
Insistimos en que, cualquiera sea el diagnóstico, los efectos negativos nos llegaran, pero si es la consecuencia de una nueva burbuja, como tratamos de demostrar con los argumentos expuestos, su impacto será mayor y más perdurable en el tiempo.- La demanda de Soja Argentina podría caer abruptamente por la disminución del consumo de insumos en China, pero además produciría una valorización del dólar que haría caer los precios internacionales de las materias primas (comoditties) .- Esto tendría un efecto doblemente grave para este cultivo, pero también se extrapolaría a otros aunque estos no sean derivados al mercado Chino, ya que su impacto sería mundial.-
Para un país como Argentina, y
para nuestra zona sudeste de la provincia de Buenos Aires, que depende de las exportaciones de materias
primas, el impacto podría ser muy significativo.- Creemos que las autoridades gubernamentales,
los productores, los exportadores y todos aquellos que estén directamente
vinculados con el comercio internacional de granos, debieran estar tomando nota
y observando el devenir de estos acontecimientos que se producen a miles de kilómetros,
pero que están tan cerca en sus efectos sobre los mercados locales.-
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